Lidia Barugel

El trabajo cotidiano

Debo arremangarme y desatar. Desanudar. Desmalezar y quitar. Arrancar. Desprender. Necesito buscar herramientas que me ayuden en la tarea. Trinchetas y punzones. Conseguir cuchillas, dagas, navajas y tijeras, hachas, guillotinas, afiladoras, amoladoras, estiletes y machetes. Espadas y puñales. Armas, que me ayuden a
comenzar la tarea de rasgar y desgarrar y abrir y separar, partir, agrietar, herir y romper, hasta que por fin logre abrir en dos la superficie turbia por la que habrá de asomar, otra vez, mi rostro en el espejo.

» Volver a: Relatos Breves



 

 
Todos los textos de éste sitio están protegidos con Copyright© -
Queda prohibida su reproducción parcial o total.